Billy Graham fue quizás la figura religiosa más importante del siglo XX. El movimiento y las organizaciones a las que él ayudó a crear siguen desempeñando un papel relevante en el siglo XXI. Durante toda su vida, Graham predicó personalmente a más de doscientas millones de personas; a otros tantos millones a través de la televisión, por satélite y hasta en películas. Casi tres millones de personas respondieron al llamado de «aceptar a Jesús en su corazón» que él hacía al finalizar su mensaje. En toda la historia, ningún otro predicador proclamó el Evangelio a más personas que él en todo el mundo. Miles de líderes en todos los continentes dan testimonio de su humildad y su caminar en integridad.
Para muchos, William Franklin Graham, o «Billy», como prefería ser llamado, será recordado por su humildad ante el Todopoderoso que animó a millones de personas de todo el mundo a acercarse al Señor. Mis últimas palabras contiene la antología del pensamiento de Billy Graham y su legado a la Iglesia de todo el mundo, y expresa, de tantas formas, sus últimas palabras.